Los Ducados

Frederich Rauklewald es un vástago de enorme influencia y poder, sin embargo, otros príncipes y hermanos de la línea Ventrue observan alarmados y con asombro como un antiguo de tal peso y con una reputación de noble y duro gobernante ha adoptado un sistema político conocido como “los ducados”.

Si bien es cierto que la tradición de repartir territorios entre vástagos y clanes viene desde las épocas de Enoch y se fundamenta en la naturaleza predatoria y solitaria de los cainitas, Frederich ha llevado esta tradición a un nuevo nivel.
Los ducados pueden ser explicados como “un área que controla un cainita”, a diferencia de los territorios que usualmente se limitan a espacios físicos, el ducado comprende también a sociedades humanas.

Por ejemplo, un cainita puede clamar el ducado de la guardia de la ciudad cuando su influencia es tal que puede controlar en su totalidad las decisiones que dicha organización toma, otro puede declararse a sí mismo como el duque de los puertos cuando su voz se escuche en todos los oídos de los mercaderes navales, lógicamente, un duque tiene un poder y control terrible que retumba con fuerza en la sociedad cainita, gran parte de los juegos políticos en la ciudad de Lubeck consisten en debilitar un ducado y evitar la coronación de nuevos duques.

Las reglas del ducado son las siguientes:

- El cainita debe probar su control y dominio del territorio y el grupo humano que lo conforma, hacer que se cometan actos escandalosos es una excelente forma de demostrarlo.
- El nuevo duque debe inmediatamente jurar de nuevo su devoción y lealtad al príncipe.
- Desde este momento el vástago es considerado como duque de la rosa y como tal bajo la protección del príncipe, se asume que de ahora en adelante se debe llamar a dicho cainita por su titulo.
- El ducado es responsabilidad del cainita y este está en el deber de protegerlo y utilizarlo sabiamente.
- El ducado de un cainita puede ser cuestionado por cualquier vástago, sin embargo, la seriedad de la acusación dependerá de la influencia de dicho cainita sobre la sociedad, una vez cuestionado, el príncipe podrá pedirle al duque que pruebe su dominio sobre el ducado, de no ser capaz, es inmediatamente removido de su titulo y pierde la protección del príncipe.

Algunos ducados:
- Ducado de la sagrada iglesia
- Ducado de los puertos y ríos
- Ducado de mercaderes.

La protección del príncipe implica que cualquier cainita que intente atacar la influencia del duque esta oponiéndose activamente al príncipe y sus deseos, por esto, aquellos vástagos que hacen de sus noches un juego político deben actuar con sumo cuidado y en secreto.

Al igual que al príncipe cuando se llega a la ciudad, se espera que los cainitas se presenten ante el duque y pidan permiso cuando deban de influir de alguna manera en el ducado.

El consejo real

Para tomar las decisiones de peso de la sociedad cainita en Lubeck se llama a un consejo real, esto es, se hace un llamado a los pasillos del Enoch de todos los duques de la ciudad, los demas cainitas pueden acudir a observar la reunion si asi lo desean. en este espacio los duques tienen la oportunidad de hablar como un iguales ante el principe para proponer sus propios puntos de vista sobre el tema que acomete, aunque es el principe quien tiene la ultima palabra, es bien sabido que un duque influyente puede cambiar la opinion original del principe, especialmente cuando el duque representa en palabras al resto de los cainitas.

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Adalheidis duquesa de las consortes
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